La masificación del gas de Camisea en las ciudades más populosas del norte peruano -Chimbote, Huaraz, Trujillo, Chiclayo, Pacasmayo y Cajamarca- tiene una nueva fecha de inicio: setiembre del 2017.
Gases del Pacífico (Promigas), concesionario del proyecto, preveía transportar las primeras moléculas de gas mediante gasoducto virtual (flota de cisternas) este mes. Pero un nuevo retraso en la construcción del cargadero de camiones de Peru LNG, en Pampa Melchorita, ha ocasionado que esa fecha se difiera.
“El Ministerio de Energía y Minas ha anunciado que el cargadero estará terminado en julio. A partir de allí, tendremos 40 días para hacer pruebas, así que esperamos arrancar la operación comercial a mediados de septiembre”, explica Alberto Polifroni, gerente general de Gases del Pacífico.
PREVENTA DE GAS
El ejecutivo asegura que Gases del Pacífico no tendrá ningún problema en iniciar el suministro de gas en la fecha prevista.
Prueba de ello es que ha completado la construcción de las siete plantas de regasificación (US$47 millones), que transformarán el gas natural licuado (GNL) procedente de Pampa Melchorita en gas natural comprimido (GNC), apto para el consumo en hogares e industrias.
Del mismo modo, ha iniciado la inversión más fuerte: el tendido de ductos que permitirá cumplir con el compromiso de llevar el gas a 30 mil viviendas anualmente en los primeros cinco años (US$133 millones) de concesión.
“Una muestra de que no tendremos problemas en conectar 30.000 viviendas el primer año es que ya hemos firmado contratos de preventa de gas con 1.000 familias de Trujillo, Chiclayo y Cajamarca”, apunta Polifroni.
El ejecutivo añade que Gases del Pacífico también ha asegurado contratos con 21 industrias de Chimbote y Trujillo, lo que ayudará a financiar las conexiones residenciales. La colombiana apunta a mineras, pesqueras y agroindustrias para hacer sostenible el proyecto.